Qué es La Niña: el fenómeno que podría traer lluvias torrenciales a México |

Después de temperaturas récord y calor extremo, parece que el centro y sur de México tendrán un descanso: llegó ‘La Niña’. Pero, ¿traería lluvias para apaciguar el calor?

Los efectos ya empezaron a mostrarse. Justo ayer, durante la noche del 22 de mayo de 2024, la Ciudad de México vivió una de las tormetas eléctricas más impresionantes del año. Los relámpagos fueron tan intensos que, según los vecinos de la Alcaldía Benito Juárez, se quemaron algunos de los transformadores de luz eléctrica. Después de un año tan seco, una precipitación de esas dimensiones parece una bendición de Tláloc para los capitalinos.

¿Qué tanto de este evento está relacionado con ‘La Niña’, el fenómeno meteorológico que está por llegar al país?

Cualquier noticia relacionada a ‘La Niña’ es relevante a nivel nacional. Principalmente, de acuerdo con el Monitor de Sequía en México(MSM), por que “al 30 de abril de 2024 el número de municipios con sequía fueron mil 963”. Esto se traduce a que 8 de cada 10 de los municipios y alcaldías en México sufrían sequía extrama o excepcional.Esto ha generado un potente estrés hídrico en los cuerpos de agua mexicanos, ya que “presas y lagos en sus mínimos históricos, y manantiales, ríos, arroyos secos o en sus niveles mínimos”, documenta Gaceta UNAM. Aquí te contamos por qué es importante ‘La Niña’ en este contexto.

¿Qué es ‘La Niña’?

“La Niña se produce cuando las aguas del océano Pacífico ecuatorial central y este sufren un enfriamiento”, explica el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) de México.

Generalmente, este descenso en las temperaturas sucede entre invierno y primavera. Se le conoce así porque es el fenómeno contrario a ‘El Niño’. En ocasiones llamada ‘El Viejo’, se caracteriza por que los vientos alisios son más fuertes de lo habitual.

En consecuencia, de acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EEUU, los vientos empujan más agua cálida a Asia. “Frente a la costa occidental de América”, detalla la institución, “traen a la superficie agua fría y rica en nutrientes”. En general, este fenómeno meteorológico natural trae consecuencias contrarias en diferentes partes del continente americano:

En Canadá y el Pacífico: lluvias fuertes e inundaciones, principalmente al noroeste
En Estados Unidos y zonas costeras del Pacífico: sequías prolongadas, en especial, hacia el sur del país

En el norte de América, los inviernos tienden a ser más cálidos; mientras que en el sur, las temperaturas son mucho más frías. Además, advierte la NOAA, “La Niña también puede provocar una temporada de huracanes más severa”. Así que, sin lugar a dudas, traerá lluvias poderosas a México.

¿Qué efecto tiene ‘La Niña’ en México?

Los registros de la NOAA sugieren que existe un 49 % de probabilidad de que el fenómeno de ‘La Niña’ suceda entre los meses de junio y agosto de 2024. La institución advierte que, incluso, en la zona del Pacífico pueda extenderse hasta bien entrado septiembre de este año. Si bien es cierto que, en medio de las temperaturas más cálidas que ha registrado México en la historia reciente, la lluvia no nos vendría nada mal, las consecuencias de ‘La Niña’ no son siempre amables.

De acuerdo con Alejandro Jaramillo Moreno, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), “los posibles contratiempos que pueda ocasionar ‘La Niña’ dependen de la intensidad de ésta”, explica el especialista para Gaceta UNAM. Por el momento, podemos anticipar los siguientes efectos:

Intensa actividad ciclónica en el Atlántico
Baja en los huracanes que vienen del Pacífico
“Un poco más de lluvia de lo normal en el sur, suroeste y sureste” de México, según Jaramillo Moreno
El norte del país estará mayormente seco, con altas probabilidades de sequía

Aunque es casi seguro que este año sucederá ‘La Niña’, “todavía no tenemos suficiente certeza de qué tan intenso se presentará”.

Especialmente, señala el especialista, porque los pronósticos “no son tan buenos”. Los meteorólogos sugieren que podría ser de moderada a intensa, “pero todavía es muy temprano para confirmarlo”, concluye el investigador.

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