Obsesionarse con un estilo de vida saludable: ¿un nuevo trastorno alimentario? |
- Tendencia Capital
- 4 may
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Dietas extremas, entrenamientos excesivos y un impacto psicológico notable son algunas de las señales de alerta de un posible nuevo trastorno de la conducta alimentaria

La obsesionada persecución de un estilo de vida saludable podría convertirse en un riesgo significativo para la salud física y mental, según alerta Laura Sánchez, especialista en Dietética y Nutrición del Hospital Universitario La Luz de Madrid.
Este fenómeno, que empieza como un hábito positivo, podría derivar en un nuevo trastorno de la conducta alimentaria (TCA) no reconocido oficialmente.
“Lo que comienza como un estilo de vida saludable puede transformarse en una rutina extrema y perjudicial”, afirma Sánchez.
La obsesión por el ‘fitness’, explica, combina conductas restrictivas en la alimentación y entrenamientos excesivos, lo que puede provocar desequilibrios nutricionales, lesiones y un desgaste psicológico notable.
Una delgada línea entre la salud y la obsesión
Entre los principales riesgos, la especialista destaca el seguimiento de dietas extremadamente restrictivas, que pueden generar deficiencias nutricionales graves.
En paralelo, las rutinas intensas de ejercicio sin descanso adecuado pueden resultar contraproducentes, con problemas como la incapacidad para desarrollar masa muscular, lesiones recurrentes y agotamiento.
El impacto no se limita al plano físico. Según Sánchez, quienes desarrollan esta obsesión suelen experimentar irritabilidad, cambios bruscos de humor y dificultad para concentrarse debido al estrés acumulado.
Diferencias en hombres y mujeres
Aunque este fenómeno afecta tanto a hombres como a mujeres, las manifestaciones suelen diferir. En los hombres, predominan casos de vigorexia y trastorno por atracón, mientras que en mujeres son más comunes la anorexia, bulimia nerviosa y vigorexia. En ambos casos, la relación extrema con la comida y el ejercicio afecta severamente la salud integral.
“Los TCA suelen iniciarse en la adolescencia, pero su incidencia está aumentando entre niños y adultos de diferentes edades”, agrega Sánchez. Además, la frustración por no alcanzar objetivos o las recaídas en hábitos extremos dificultan la vida social y emocional de los afectados.
Claves para evitar la obsesión por el ‘fitness’

Desde el Hospital Universitario La Luz, se proponen estrategias para mantener un equilibrio saludable. Una alimentación balanceada que incluya todos los grupos de alimentos es fundamental, limitando el uso de suplementos a casos estrictamente necesarios.
En cuanto al ejercicio, se recomienda priorizar la salud y el disfrute, respetando los días de descanso para una recuperación adecuada.
El descanso nocturno también es clave. Dormir entre siete y ocho horas al día contribuye a la regeneración física y mental. Por último, es esencial buscar ayuda profesional en nutrición y salud mental ante los primeros signos de obsesión.
“Familiares, entrenadores y profesores desempeñan un papel crucial para identificar estas conductas y orientar a los afectados hacia especialistas”, concluye Sánchez.
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