Sapo del desierto sonorense: el negocio del alucinógeno natural que amenaza su supervivencia |
- Tendencia Capital

- 16 sept
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El sapo bufo (Incilius alvarius), conocido como el sapo del desierto sonorense, enfrenta una creciente amenaza debido a la explotación de su veneno, que contiene 5-MeO-DMT, un potente psicodélico entre cuatro y seis veces más fuerte que el DMT tradicional.
Esta sustancia, que provoca estados alterados de conciencia, ha captado la atención de chamanes urbanos, celebridades y turistas espirituales, lo que disparó la demanda global desde 2017. Documentales, retiros de lujo y la promoción por figuras públicas popularizaron su uso como supuesto tratamiento alternativo para la depresión, ansiedad y trauma.
El negocio es rentable: un “viaje espiritual” puede costar entre 200 y 500 dólares por persona, pero implica graves consecuencias para la especie. La práctica del “ordeño” —extraer el veneno presionando sus glándulas— genera estrés extremo y desorientación en los animales, muchos de los cuales no sobreviven al proceso.
Según evaluaciones de conservación realizadas entre 2020 y 2024 en Sonora y Chihuahua, al menos tres poblaciones importantes de sapos parecían haber desaparecido, mientras que otras muestran un severo declive.
Aunque actualmente está catalogado como de “preocupación menor” en la Lista Roja de la UICN, especialistas advierten que la presión por la caza furtiva, sumada al cambio climático, urbanización y contaminación, podría llevar al sapo a desaparecer en menos de dos generaciones.
Frente a este panorama, la ciencia ya ofrece alternativas: el 5-MeO-DMT puede sintetizarse en laboratorio o extraerse de plantas, sin necesidad de explotar a los anfibios. No obstante, el mito de que “lo natural es mejor” mantiene la demanda por las secreciones del sapo.
Mientras tanto, el Incilius alvarius continúa atrapado entre el misticismo moderno y una crisis ambiental, poniendo en riesgo su supervivencia y el equilibrio ecológico de su hábitat.
Con información de Infobae






















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