Trump y Musk desmantelan la agencia de ayuda exterior y la fusionan con el departamento de Estado |
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional proporcionó el 42% de toda la ayuda humanitaria controlada por Naciones Unidas en 2024

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), principal donante de ayuda humanitaria en el mundo, ha sido puesta bajo la supervisión del secretario de Estado Marco Rubio, que será su nuevo administrador en funciones. La decisión llega dos semanas después de que Donald Trump congelara toda la ayuda exterior, a excepción de Israel y Egipto, y un día después del despido de dos altos cargos de seguridad, que habían impedido al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk, acceder a documentos internos con información clasificada y a partes restringidas de sus oficinas.
Trump argumentó el domingo que la agencia está “dirigida por un grupo de lunáticos radicales”. Rubio agregó este lunes que, en vez de priorizar los intereses nacionales de Estados Unidos, los “ignoran” para convertirse en “una organización benéfica global”. Musk la definió directamente como una “organización criminal” y confirmó en una retransmisión en su red social X que habló con el presidente y “estuvo de acuerdo en que deberíamos cerrarla”.
USAID distribuye unos 70.000 millones de dólares en ayuda exterior cada año
La medida, que implicará importantes recortes de personal y el desmantelamiento de programas humanitarios, de desarrollo y seguridad en unos 120 países en todo el mundo, se justifica por el esfuerzo del DOGE de recortar gastos de la administración. Sin embargo, la ayuda exterior en general, de la que USAID forma parte, representa menos del 1 % del presupuesto federal.
En su anuncio, durante su primera visita oficial a San Salvador, Rubio ha dicho que “se mantendrán muchas funciones de USAID”, pero siempre al servicio de Trump. “Cada dólar que gastamos, cada programa que financiamos debe estar alineado con el interés nacional de EE.UU.”, ha afirmado, señalando que. “si vas de misión en misión y de embajada en embajada alrededor del mundo, a menudo encontrarás que, en muchos casos, la USAID está involucrada en programas que van en contra de lo que estamos tratando de hacer en nuestra estrategia nacional”.
Los funcionarios de la agencia no pudieron entrar este lunes a sus oficinas, que permanecen cerradas hasta nuevo aviso. El personal fue informado en un correo electrónico enviado esta misma madrugada: “El personal de la agencia normalmente asignado a trabajar en la sede de USAID trabajará a distancia... con la excepción del personal con funciones esenciales de mantenimiento in situ y de edificios, contactado individualmente por la alta dirección”.
El edificio ya tiene muestras de su desmantelamiento. Se han quitado de sus paredes todos los logotipos de USAID y las fotos de su labor de ayuda humanitaria. Su sitio web y sus cuentas de redes sociales han sido desactivados y sustituidos por una versión reducida en la web del departamento de Estado. Los trabajadores, muchos de ellos funcionarios que llevan años trabajando en la administración, perdieron durante la mañana acceso a sus cuentas de correo y a los sistemas electrónicos de la agencia.
La agencia fue creada por el Congreso en el 1961 y cerrarla es también competencia del legislativo
USAID fue creada por el Congreso en 1961 como un organismo independiente, pero la Administración Trump argumenta que se ha convertido en un ente partidista. Los demócratas rechazan esta afirmación y consideran que Trump se ha excedido en su autoridad al desmantelarla.
“No tenemos una cuarta rama del gobierno llamada Elon Musk”, ha protestado el congresista demócrata por Maryland Jamie Raskin en una manifestación convocada esta mañana frente a la sede de USAID. “Usted no controla el dinero del pueblo estadounidense, lo controla el Congreso de los Estados Unidos”, ha añadido, refiriéndose directamente a Musk, y prometiendo luchar contra esta imposición “ilegal” de la Casa Blanca.
Unos 60 altos cargos de USAID ya fueron suspendidos de empleo, aunque no de sueldo, la semana pasada después de que Trump los acusara de intentar eludir su orden ejecutiva, que congela casi toda la ayuda exterior durante 90 días. El secretario de Estado, Rubio, ha argumentado que los empleados de la agencia han reaccionado con “insubordinación” a las órdenes del ejecutivo.
La agencia, creada durante la administración de John F. Kennedy, ha sido durante las últimas seis décadas el brazo humanitario del gobierno estadounidense, así como una herramienta de poder blando y promoción de la democracia y el desarrollo en el mundo, en colaboración con organizaciones no gubernamentales. En el año fiscal 2023 distribuyó unos 72.000 millones de dólares en asistencia contra desastres naturales y humanitarios. Su labor constituye cerca del 50% de la ayuda humanitaria de la ONU.
Su desmantelamiento es el último ejemplo de la transformación radical de la administración que está ejecutando el nuevo gobierno en sus primeros días. La semana pasada, DOGE envió un correo a miles de funcionarios públicos ofreciéndoles ocho meses de sueldo a cambio de su dimisión. Trump también ha despedido a altos cargos del FBI, inspectores generales del departamento de Estado que trabajaron en sus investigaciones penales por intentar revertir las elecciones del 2020, al director de la oficina de Protección Financiera del Consumidor y a personal de seguridad de la Administración Federal de Aviación, entre otros.
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